El senador, Manuel Miranda, ha explicado que se trata de una obra planificada y avanzada que paralizó el Partido Popular en 2013 y que tiene el objetivo de llevar agua para consumo humano a medio millón de personas de Castilla-La Mancha.
La tubería manchega será la infraestructura hídrica más grande de Castilla-La Mancha aprovechando el trasvase Tajo-Segura y comenzó sus primeros trámites y construcción en 2005 pero se paralizó en 2013 por el Partido Popular. El proyecto ha sido reactivado en 2021 por el Gobierno socialista de Pedro Sánchez y Emiliano García-Page y llevará agua para consumo humano a una población estimada en su día en 450.000 personas de sesenta municipios de tres provincias de la región: Albacete, Cuenca y Ciudad Real.Así lo ha defendido el senador por Albacete, Manuel Miranda en una moción a la Comisión de Transición Ecológica y Medioambiente aprobada este martes en la que han instado al Gobierno a la reactivación y puesta en marcha de la tubería manchega. El senador ha explicado: “lo que solicitamos con esta moción, es agua para beber, para uso de boca, que es el primer uso que reconoce la Ley de Aguas y que por supuesto, desde Castilla La Mancha, tampoco le negamos a nadie”.En este momento ya se ha invertido en la construcción más de 350 millones de euros para la creación de la construcción principal, de la que partirán un total de 27 ramales que distribuirán el agua entre 60 pueblos. Incluso están construidos dos ramales secundarios por lo que a día de hoy ya se podría prestar servicio a más de 80 mil habitantes de 15 municipios de Cuenca, Ciudad Real y Albacete. Aunque el volumen total que conducirá esta construcción será de 50 hectómetros, con lo que hay ya construido podrían conducirse entre 8 y 10 hectómetros cúbicos.Esta es una construcción que viene a desarrollar un derecho legal sobre las necesidades de agua para beber en esta zona de la España interior. Está regulado en el Real Decreto-Ley 8/1995 que establece que: “la potencialidad del trasvase como vertebrador territorial del centro y sudeste de la península debe ser reforzada, no sólo para superar la situación coyuntural de sequía, sino para paliar parte del problema del desequilibrio hídrico”.
Uso de boca y desarrollo para la región
En relación con el uso del agua, Miranda ha defendido la importancia de esta infraestructura para para hacer que la región pueda elevar el porcentaje de agricultura de regadío, ya que en Castilla-La Mancha es del 15 por ciento frente a otras provincia de levante donde llega al 40 por ciento: “Nosotros, en mi tierra, no vamos a utilizar el agua para enfrentarnos con nadie”, pero ha defendido la tecnificación, calidad y rentabilidad de la agricultura manchega frente a otros lugares donde pueden mantener un alto porcentaje de productividad con desaladoras.“En Castilla La Mancha lo que queremos son acuerdos, y no basados en grandes obras faraónicas que ya no cuentan con el apoyo de casi nadie, si no basados en la buena gestión, en la autosuficiencia de las cuencas, en el buen uso de un recurso que es escaso”, ha argumentado senador socialista recordando que ya había convenios firmados con ayuntamientos cuando la obra fue paralizada: “es la línea de trabajo que está llevando a cabo el Gobierno Socialista y el Ministerio para la transición ecológica”.De este modo, el senador albaceteño ha justificado el valor de esta infraestructura: “en mi tierra también necesitamos el agua para nuestro desarrollo, para que no se vaya la gente de nuestros pueblos o para que los jóvenes no se incorporen a la agricultura sin agua, que es lo mismo que decir con una mano delante y otra detrás”.