Aprobada la Ley de Residuos dirigida a limitar el uso de plásticos y acabar con la cultura de “usar y tirar”

Aprobada la Ley de Residuos dirigida a limitar el uso de plásticos y acabar con la cultura de “usar y tirar”

El senador del PSOE por Albacete, Manuel Miranda, ha indicado que la contaminación por residuos plásticos es uno de los principales problemas ambientales y de salud pública de nuestro tiempo, y ha recordado que “unos ocho millones de toneladas de plástico son vertidas cada año al océano”

El responsable socialista ha apuntado que la nueva norma introduce limitaciones a la fabricación y al uso de plásticos de un solo uso y prohíbe introducir en el mercado productos como los bastoncillos, platos, cubiertos y pajitas de plástico

El Pleno del Senado ha aprobado en la tarde de este miércoles la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, una ley que pretende acabar con el modelo económico de producción lineal, la filosofía de “comprar, usar y tirar”, y trata de reducir los problemas ambientales y de salud de nuestro tiempo. La ley vuelve al Congreso tras haberse añadido enmiendas al texto original remitido por la Cámara Baja.

La nueva norma pretende cambiar un sistema consumidor de recursos finitos por un modelo de economía circular que apueste por la prevención, la reutilización y el reciclado. Un sistema que además de proteger el medio ambiente, sea capaz de garantizar un crecimiento económico sostenible, crear empleos de calidad, un consumo responsable de recursos y un mayor bienestar social.

Como ha explicado el portavoz socialista de Energía, el senador Manuel Miranda, la nueva norma introduce limitaciones a la fabricación y al uso de plásticos de un solo uso y prohíbe introducir en el mercado productos como los bastoncillos, platos, cubiertos y pajitas de plástico. Prevé además que el sector de la restauración y la hostelería ofrezca gratis agua de grifo y reduzca el consumo de envases de un solo uso.

La ley también fija que en 2035 el 50% de los residuos municipales generados se recoja de forma separada. Así, se obligará a retirar los biorresiduos domésticos, los textiles, los aceites de cocina, los residuos domésticos peligrosos y los residuos voluminosos por separado. Además, el texto contempla actuaciones contra el despilfarro de alimentos y acabar con la obsolescencia programada de los aparatos electrónicos.

El Senado enriquece la ley

Durante su tramitación en el Senado, el Grupo Socialista ha introducido una serie de enmiendas que enriquecen el texto original remitido por el Congreso y dan a la ley un carácter más social. Una de las modificaciones incluye la reserva del 50% de los contratos de las administraciones públicas para la recogida, transporte y tratamiento de residuos textiles y muebles a empresas de inserción y centros especiales de empleo.

El Senado también corrige el desajuste provocado por el canon por utilización de aguas continentales para la producción de electricidad, creado por el PP, y que se tradujo en una compensación del Estado a las empresas eléctricas por un importe cercano a 1.900 millones de euros. De esta forma se pretende abaratar la factura de la luz. “El fiasco del canon hidráulico del PP lo ha acabado pagando los ciudadanos y no las compañías eléctricas”, ha apuntado Manuel Miranda.

Ocho millones de toneladas de plástico van al mar cada año

El senador albaceteño también ha indicado que la contaminación por residuos plásticos es uno de los principales problemas ambientales y de salud pública de nuestro tiempo, y ha recordado que “unos ocho millones de toneladas de plástico son vertidas cada año al océano”.

Por su parte, Fernando Lastra, portavoz de Medio Ambiente, ha insistido en que el objetivo de esta ley es la lucha contra la contaminación del plástico y que trabaja con el compromiso ciudadano con la gestión de residuos. “Esta ley trata de terminar con la cultura de usar y tirar. Tenemos que hacer las cosas de otra manera. Menos desperdicios y más reutilización y reciclaje”, ha señalado.

También ha apuntado que la ley desarrolla dos directivas comunitarias: la directiva marco de residuos y la de plásticos de un solo uso, y que introduce dos nuevos impuestos: uno para reducir la producción de envases de plástico de un solo uso, y otro para favorecer el reciclaje de materiales desincentivando su depósito en vertederos. Este impuesto ya está vigente en varias comunidades autónomas y la ley propone una armonización del mismo para fortalecer la efectividad de la medida de cara al cumplimiento de los objetivos fijados por la UE.

Reducción del 15% de residuos en 2030

Todas estas medidas prevén una reducción de los residuos del 15% en 2030 respecto a los generados en 2010, así como una reutilización y reciclado del 55% de los residuos municipales en 2025, y del 60% en 2030, que será del 65% en 2035 (actualmente estamos en el 36%). España está todavía muy por debajo de la media de la UE en reciclaje y reutilización, por lo que se introducen medidas para la recogida separada de residuos textiles, aceites de cocina y otros residuos domésticos peligrosos. Se adelanta la recogida de biorresiduos a 2022 para municipios de más de 5.000 habitantes, y a 2024 para el resto de localidades.

La ley también prevé reducir un 50% los alimentos desechados en el hogar y en el sector de la hostelería, rebajar un 20% las mermas en el comercio y la distribución, y cambiar “fecha de caducidad” por “consumo preferente” en los envases.

Finalmente, desde el PSOE han recriminado la actitud de Vox ante el debate de esta ley: “Su veto es una excusa para exponer su bisutería y quincalla ideológica. En un alarde de negacionismo, niegan la UE, la Cooperación y el Cambio Climático. Y luego defienden un modelo autárquico y un aislacionismo energético, alimentario y económico”.